Primero, lavar el limón y córtalo por la mitad. Luego, exprimir una de las mitades del limón en un vaso y cortar la otra mitad en rodajas.
Hervir 1 litro de agua en una olla a fuego alto y con la tapa puesta.
Cuando el agua empiece a hervir apagar el fuego. Ahora que el agua está caliente es el momento de agregar todos los ingredientes: vierte el té negro o remoja las bolsitas de té, vierte el jugo de limón, agrega las rodajas de limón, agrega el azúcar o la miel y revuelve lentamente durante un minuto.
Tapa la olla y deja reposar la bebida durante 8 a 10 minutos.
Pasado ese tiempo, el té helado ya ha ganado su característico sabor y está listo pero aún tibio. Por lo tanto, tenemos dos opciones: o colar el té y dejar que la bebida se enfríe en la nevera durante al menos 1 hora (después la bebida estaría lista para servir) o dejarlo reposar en la olla con la tapa puesta durante al menos 4 horas.
Notas
Se recomienda esta última opción para que todos los ingredientes liberen todo su potencial de sabor. Por ejemplo, se puede preparar esta receta por la noche y dejarla reposar hasta la mañana siguiente. Después de 8 horas, el té helado al limón estará totalmente listo. Luego, se cuela el té y se sirve a temperatura ambiente o, preferiblemente, guardarlo en la nevera para que se enfríe.